Mini biografías, carpetas de sus discos y vídeos con canciones.
sábado, 25 de diciembre de 2021
JAIME URRUTIA
Jaime Urrutia Valenzuela, conocido artísticamente como Jaime Urrutia y apodado por sus amigos "El Maestro", nació el 21 de junio de 1958 en Madrid y formó parte de los grupos "Ejecutivos Agresivos" de 1979 a 1981, "Parálisis Permanente" 1981-1983, y de "Gabinete Caligari" de 1981 a 1998, antes de lanzarse a la aventura de cantar en solitario. Compositor, cantante y guitarrista español de música pop.
En el 2002 se editó su primer álbum en solitario, Patente de corso (DRO, 2002). Los nervios eran razonables; pocos confiaban en que el talento de Urrutia recobrara la fascinación y originalidad que tuvo en los mejores discos de Gabinete. Gente de poca fe que tuvo que comerse el CD, bonus track incluidos. En su vuelta al ruedo, el de Las Ventas demostró que el talento no desaparece, y que no es casualidad que de su mente y de su garganta salieran muchos de los mejores temas de los 80 españoles. En Patente de corso no vuelve al pasado, sin dejar de ser fiel a sí mismo; introduce estilos musicales variados y poco explotados en el mundo patrio, y continúa con los dogmas que estableció en su época ochentera; heterogeneidad dentro de un mismo disco, letras castizas y directas, chulería y la creación de dos o tres sencillos muy diferentes entre sí, pero capaces de ser retenidos por el oyente más desconcentrado. Éstos son ¡Qué barbaridad!, Castillos en el aire y ¿Dónde estás?.
Para este larga duración se rodeó de una nueva y convincente banda, "Los Corsarios", y rescató de entre su agenda de teléfonos los de Jesús Gómez y Esteban Hirchsfield. Además, colaboraron varios de sus amigotes; Bunbury, Loquillo, Calamaro…
Recobrada la ilusión y la credibilidad, un Urrutia rebosante de optimismo se lanzó a la carretera con éxito y también, aprovechando la buena onda, a componer canciones para su próximo disco. En tres años ya tenía nuevo álbum en el mercado; El muchacho eléctrico (DRO, 2005). Lamentable portada que envolvía un lamentable contenido. Se salva de la quema la colaboración con Bunbury en “Nada por aquí”, o “Cariño”. El 20 de febrero del 2007, la gente hacía cola en la discoteca en la que se meten rayas de confeti los famosos de Serie B, la Joy Eslava. Unos centenares de personas, treintañeros en su mayoría, entraban en la sala a base de empujones. La ganadería se amansó al escuchar una música grabada de fondo; un pasodoble.
Así comenzó el concierto que grabó Urrutia con el patético juego de palabras En Joy (DRO, 2007). Echa para atrás, y nos recuerda a todos las pocas dotes de marketing y de publicidad que tiene Urrutia o quien carajo le ayude en la promoción. Ni los videoclips, lamentables, ni las portadas de los discos, que salvo Patente de corso son infames, son dignas de este músico. Quizás, por eso, que para este disco se rodeó de toda una pléyade de artistas, la mayoría de ellos elegidos por intereses comerciales de las discográficas. No se entiende la aparición de nombres como Pereza, Ferreiro o Jorge Drexler. A pesar de todo, Jaime Urrutia deshoja su repertorio no solo con dignidad, sino con una solvencia y creando un ambiente único. Magnífico.
La buena aceptación mercantil que tuvo el disco le hizo iniciar una nueva gira. Tras pulir bien la piedra, se embarcó en giras ajenas (como la de Calamaro) y de nuevo, volvió a componer. El álbum llega finalmente a las tiendas en mayo de 2010, en formato disco-libro y bajo el título de Lo que no está escrito (DRO, 2010).
DISCOGRAFÍA seleccionada,
SINGLES:
Resto de ÁLBUMES:
VÍDEO:
Fuente: lafonoteca.net (Juan José Santos 11-11-2008)
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