ESKORBUTO

Grupo de punk rock formado el año 1980 en Santurtzi (Bizkaia, Euskal Herria) integrado por Jesús María "Iosu" Expósito López (nacido el 23-12-1960 en Santurtzi y fallecido el 31-5-1992, guitarra, voz, 1980-1992); Gugu (batería,1980-1983); Laiky (bajo, 1980-1982); Juan Manuel "Juanma" Suárez Fernández (nacido el 11-7-1962 en Santurtzi, bajo, voz, 1982-1992); Francisco "Pako" Galán Portillo (batería); Garlopa (guitarra, 1993-1995); Urko Igartiburu (guitarra, voz, 1993-1995); Iñaki "Gato" (bajo, voz, 1993-1995); Sergio (voz, 1995-1999); Alí ​​(bajo, 1995-1999); Miguel Angel Manjón (bajo, 1995-1997), Oskar.

Eskorbuto nacen en la margen izquierda del río Nervión, concretamente en el pueblo costero de Santurtzi a principios de la década de los 80. Retrotrayéndonos a esa época, la situación de la margen izquierda -la mayoría pueblos obreros- era bastante mala debido al proceso de reconversión industrial que trajo consigo el cierre de numerosas empresas lo que significó una tasa elevada de paro en la zona. Sus secuelas fueron una fuerte marginación, una desestructuración social que hizo más patente las desigualdades a ambos lados del Nervión. Por otro lado la violencia en la zona estaba en uno de sus puntos más elevados, la banda terrorista Euskadi Ta Askatasuna (E.T.A.) estaba en su máximo apogeo y nació la guerra sucia. Es importante conocer todo este contexto sociopolítico para poder entender las letras del grupo en su totalidad.

Con este panorama, dos veinteañeros deciden montar un grupo, eran Jesús María Expósito López, más conocido por "Iosu" y que había sido bajista de Zarama, y Juan Manuel Suárez Fernández, también conocido por "Juanma" o "Jualma". Durante los primeros años tantean a diferentes personas para completar la formación hasta que un día aparece un individuo que dice saber tocar la batería, lo prueban y queda automáticamente integrado en el grupo; era Francisco Galán Portillo, más conocido por "Pako". Ya concretada la formación del grupo faltaba un nombre, barajaron algunos como Muñecas de Acero, en homenaje a New York Dolls, o Sección Mortuoria, pero al final un ex-compañero de "Iosu" en Zarama, Roberto Moso, les pone Eskorbuto debido a su famélico aspecto. Mientras estuvieron los tres juntos el grupo vivió una dualidad permanente entre Iosu y Juanma, el primero fan de The Who y Sex Pistols, más partidario de temas políticos mientras que el segundo, aunque solía escuchar poca música, sus gustos iban de ZZ Top a Motörhead y abogaba más por temas más escabrosos.

Tras diversas negociaciones se las ingenian para reunir un primer instrumental precario y poder alquilar una lonja en el barrio San Juan para poder ensayar en condiciones. Pronto les sale su primer bolo en una fiesta de un colegio en su Santurtzi natal; cuando salieron a tocar se dieron cuenta de que su primer publico eran niños de unos diez años. Después de algún que otro concierto graban su primera maqueta y deciden moverla por Madrid para intentar conseguir un contrato con algún sello, lo consiguen y lanzan su primer sencillo, Mucha policía, poca diversión (Spansuls, 1983), tema con el que alcanzan renombre y que se convertiría en uno de sus temas de cabecera.

Al año siguiente repiten jugada: graban una nueva maqueta y vuelven a ir a Madrid pero el final fue bien distinto. A mitad del camino les paró la Policía Nacional que al ver los nombres de las canciones de la maqueta, temas como “Escupe a la bandera”, “Maldito país” o “E.T.A.” les detienen y se les acusa de injurias al estado. Se les aplica la ley antiterrorista y permanecen encerrados durante algunas horas, pero en ese tiempo reciben el apoyo de todos los lugares del país, menos del País Vasco, cuyas gestoras pro-amnistía hicieron oídos sordos y el grupo se sintió abandonado. Este hecho les marcó a fuego toda su vida. Y todavía reciente el asunto entran a grabar algunos temas sueltos que acabarían incluidos en un split junto con el grupo R.I.P., titulado Zona especial Norte (Spansuls, 1984). No tuvo una buena distribución pero no fue óbice para que se acusara al grupo de traidor por incluir entre sus temas algunos como “A la mierda el País Vasco” donde ajustaban cuentas con aquellos que les habían abandonado y empezó su mala fama. A raíz de esto les dejaron de invitar a las martxas "Eta Borroka" organizadas por la izquierda abertzale y sufrieron el veto de los medios afines.

A pesar de todo esto logran grabar su primer álbum oficial Eskizofrenia (Twins, 1985). La mayoría de los temas se pueden encontrar en las maquetas pero para su debut vuelven a grabarlos, conformando un disco denso que mejora en la producción pero que sigue sonando demasiado rápido. El álbum no tuvo éxito ya que el sello tampoco se movió demasiado para publicitarlo. Pero tuvieron un momento para la redención, José Mari Blasco crea el sello Soñua para acoger en su seno a los grupos del llamado rock radikal vasco y les ofrece a los Eskorbuto formar parte del sello. Su respuesta está clara: “El rock no tiene patria, ni siquiera la vasca”. Consideraban la etiqueta como un montaje comercial y político y después de su negativa a formar parte del sello quedaron malditos.

Pero como los grandes grupos se superaron ante las dificultades y con todo en contra sacaron a relucir lo mejor que llevaban dentro y graban su obra culmen, el álbum Anti todo (Discos Suicidas, 1986), una de las joyas del punkespañol en toda su historia. Ese mismo año dio para mucho más; grabaron un casete para un fanzine con una tirada muy limitada bajo el nombre de Ya no quedan más cojones, Eskorbuto a las elecciones (Discos Suicidas, 1986) y, para acabar el año, graban el álbum en directo Impuesto revolucionario (DRO,1986) con un concierto dado en un instituto de su Santurtzi natal. A pesar de tener originalmente los derechos el sello Discos Suicidas, al final es DRO quien lo distribuye, previo pago correspondiente a ambas partes, ya que estaba bastante interesado en introducirse en el punk hecho en el País Vasco.

Después de un año tan ajetreado graban su proyecto más ambicioso, Los demenciales chicos acelerados (Discos Suicidas, 1987), una ópera-rock a imagen y semejanza del "Quadrophenia" (Track, 1973), de sus adorados The Who, pero aquí la historia es de un chico sin escrúpulos que pretende llegar al poder a toda costa, por encima de todo y de todos. Un álbum conceptual que arremete contra cualquier política dictatorial. En un giro propio de Eskorbuto, roban una copia del master y se la venden al sello Twins, y en pocos meses saldrá al mercado Los demenciales chicos acelerados (Twins, 1988), cuya única diferencia es la imagen de la portada.

Hartos de los problemas con las discográficas deciden crear su propio sello, Butoeskor, con la intención de editar y distribuir sus futuros trabajos. Así llega Las más macabras de las vidas (Butoeskor, 1988) donde ya van dejando a un lado los temas más políticos para entrar en su fase más oscura, la muerte se abre paso en temas descorazonadores y desoladores donde se palpa el cansancio tanto físico como mental del grupo. La adicción a la heroína de "Iosu" y "Juanma" les deja bastante mermados; en los años siguientes ensayan poco y tocan menos, es frecuente que llamen a Iñaki -Gato- (ex Speed) para sustituir a alguno de los dos y los rumores de disolución e incluso de la muerte de algunos de los componentes se dispara. 

Pero cual ave fénix renacen y graban el álbum Demasiados enemigos (Matraka, 1991), que sería el último disco con la formación original al completo ya que poco después "Iosu" muere. A pesar de esto los otros dos componentes deciden seguir adelante y reclutan a los guitarristas Urko Igartiburu (ex Tiananmen) y Garlopa (Eskombro). Graban el álbum Aki no keda ni Dios (Basati, 1994), pero como las desgracias nunca vienen solas, "Juanma", con unos meses de diferencia de Iosu, también fallece. Ambas muertes debido a las secuelas de su adicción a la heroína.

Pako sigue con la aventura y graba un par de álbumes más: Kalaña (Discos Suicidas, 1996) y Dekadencia (Surco, 1998), con la ayuda de los bajistas Alí (ZEI) y Miguel, y a las voces Sergio (Mal de Bichos). Los discos no calan en su público y deciden dejarlo. Desde esos momentos el mercado se ha llenado de reediciones de sus maquetas, de sus álbumes, lanzamientos de directos, etc. como, entre otros, los álbumes, Jodiéndolo todo (Surco, 2000) o La otra cara del rock (2003). 

Eskorbuto sigue estando tan vivos hoy como lo estaban en su momento, reivindicados por muchos y vilipendiados por otros, nunca dejaron a nadie indiferente. Sus letras impregnadas de su particular filosofía siguen tan vigentes ahora como ayer y hoy son un grupo de referencia para una generación que creció escuchando sus himnos.

DISCOGRAFÍA seleccionada,

ÁLBUMES:

Fuente: lafonoteca.net/Roberto Macho

Fotografía: eskorbuto.org

Carátulas discos: lafonoteca.net/lastfm.es